Una ventaja competitiva es un atributo de branding que permite estar por encima de los competidores en un determinado tipo de mercado. Para el consumidor, constituye el factor determinante al elegir la mejor opción al momento de la compra.
Crear una ventaja competitiva es un proceso asociado a contextos de cambio en las empresas. Plantearla supone un nuevo enfoque sobre la manera en que se entiende el producto o servicio, la relación con los clientes, la competencia y las dinámicas del mercado.
Consejos para identificar y fortalecer una ventaja competitiva.
En primer lugar, se deben analizar las necesidades del mercado y determinar qué ofrece la competencia. Luego, debe buscarse un elemento diferenciador que llame la atención de los clientes y pueda posicionar a la empresa como referente del sector.
A grandes rasgos, una ventaja competitiva puede ser externa o interna. La externa se enfoca en satisfacer una necesidad del cliente que no ha sido cubierta. Es difícil innovar con un nuevo producto o servicio, pero podemos hacerlo adaptando uno existente a los cambios del entorno.
La ventaja competitiva interna se relaciona con la competitividad de la empresa en aspectos como administración, gestión, costos, ventas y distribución. Tiene que ver con la estructura organizacional de la empresa, haciéndola funcional para ofrecer menores precios en productos y servicios.
¿Cómo encontrar una ventaja competitiva?
De acuerdo con Riquelme (2018), existen tres enfoques que permiten mejorar la efectividad de una empresa para encontrar su ventaja competitiva.
1. Costos (precios más económicos)
La empresa debe ser capaz de ofertar sus productos o servicios a un precio menor que el de la competencia. Con ello conseguirá una mejor cuota de mercado. Este enfoque exige minimizar los costos operativos y de ventas sin ir en detrimento de la calidad. Siempre van a existir consumidores que prefieran el precio más económico al decidirse por una compra.
2. Diferenciación (ofrecer el mejor producto)
Esta es una ventaja de alto costo. Los productos y servicios no se dirigen a un gran número de consumidores, sino a un tipo de mercado con características específicas.
Las cualidades diferenciables del producto o servicio pueden ser de varios tipos. Pueden basarse en materias primas exclusivas, diseño, desempeño, atención al cliente, oferta de servicios complementarios, atributos técnicos o rapidez en la entrega. En este caso, el consumidor desea identificar su exclusividad con la marca que representa el producto o servicio.
3. Enfoque (adaptar la oferta al cliente)
Es la especialización en un tipo de mercado por medio de la que se ofrecen productos y servicios diseñados con los requerimientos específicos del cliente. Es un mercado bastante pequeño, pero con muy buena eficiencia.
¿Cómo hacer sostenible una ventaja competitiva?
La ventaja competitiva tiene que estar basada en características difíciles de imitar. Las condiciones de los mercados son demasiado dinámicas y pueden variar. Si los competidores llegan a imitar la ventaja que usted ofrece, puede perder su situación de privilegio.
Debemos trabajar siempre para mantener nuestra ventaja competitiva y obtener el mayor beneficio posible. La búsqueda de nuevas ventajas debe ser permanente para evitar que los competidores tomen la delantera. La información y comunicación oportuna hacen parte de un excelente servicio al cliente.
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