¿Has notado que reconocemos a una empresa solo con ver su logo en cualquier material publicitario? ¿Te has fijado en que a veces escuchar el murmullo de una canción nos evoca a una marca en especial? Esto se conoce como identidad corporativa y se refiere a las características, valores y creencias que identifican y diferencian a una empresa de las demás.
Definir la personalidad de tu empresa es una excelente estrategia de posicionamiento a partir de la armonización de las comunicaciones. Hablar el mismo lenguaje del público objetivo facilita que este se identifique completamente con tu propuesta. Si te comunicas con coherencia y en sincronía con las expectativas del público, siempre serás su primera elección. Recuerda que los clientes perciben una cantidad de atributos tangibles e intangibles cuando interactúan con tu compañía (Merca2.0, 2015). Los primeros se refieren al nombre, logo y colores que identifican todo el merchandising. Los segundos aluden a los valores y la personalidad que refleja la cultura organizacional (Nuño, 2017). Por eso, es fundamental establecer la identidad corporativa de tu organización y acá te diremos cómo hacerlo.
¿Por qué es importante definir la imagen corporativa de tu empresa?
Toda empresa que trabaja en fortalecer su identidad corporativa le demuestra al público su seriedad y compromiso con el mercado. Por lo tanto, es fundamental transmitir una imagen fuerte a los clientes para consolidar la marca personal de tu compañía (Nuño, 2017).
Una identidad corporativa fuerte le brinda a tu empresa:
Los clientes relacionan cualquier elemento con una empresa de manera positiva cuando su experiencia ha sido completamente satisfactoria. La mejor estrategia de branding para ganarte al público, es convertir lo común en algo extraordinario. Cada cliente debe sentir que tu empresa le ofrece mucho más de lo que promete. Esto se logra cuando te enfocas en crear y sostener una identidad corporativa sólida.
¿Qué deberías preguntarte para definir la identidad corporativa de su empresa?
A continuación, queremos plantearte los interrogantes que debes responder si deseas que tu empresa tenga una identidad corporativa sólida (Marketing XXI, 2020):
- ¿Están plasmadas la visión y la misión en la filosofía corporativa de tu empresa?
- ¿Es posible identificar la cultura organizacional en los valores, normas y conducta de tus colaboradores?
- ¿Cada una de las formas de comunicación de tu empresa respeta la imagen corporativa? ¿El tono es coherente con los valores, la filosofía y la solidez que quiere reflejar tu empresa?
- ¿Cuidas la reputación online de tu marca? ¿Cómo es el seguimiento que haces a las inquietudes y comentarios de sus clientes en redes sociales?
- ¿El mensaje en redes está alineado con tu identidad corporativa, así como con las expectativas de sus clientes?
Recuerda que la hiperconectividad del cliente actual facilita que sus beneficios se conozcan fácilmente, al igual que sus desaciertos. Esto crea una oportunidad para fortalecer tu imagen, o debilitarla, si no le das la importancia que merece.
Ahora, ha llegado el momento de revisar aquellos elementos que debes tener en cuenta a la hora de establecer tu identidad corporativa.
¿Qué compone la identidad corporativa?
Existen cuatro elementos base de la identidad corporativa: logotipo, colores, tipografía y tono de voz; a continuación vamos a desglosarlos, con ayuda de algunos ejemplos para entenderlos mucho mejor:
1. Logotipo
Ya sea que tengas tu marca establecida o estés a punto de iniciarla, reconoces la emoción de diseñar un logo creativo que haga destacar tu negocio entre la multitud. Pero, ¿cómo lograrlo?
El secreto está en saber que menos es más y el resultado será un logo tan atractivo como sencillo, que comunique asertivamente la personalidad y los valores compartidos de tu empresa; además de perdurar en el recuerdo de los consumidores.
Este es el caso de Nubank, el banco digital más grande del mundo, el cual se compromete a “desafiar la complejidad de los servicios financieros a través de la tecnología y una experiencia simple humana y transparente”.
Su logotipo así lo demuestra, el diseño es sencillo: se basa en líneas finas, fluidas y conectadas entre sí que permiten leer el logo al derecho o al revés. Es coherente con la experiencia que quieren brindar a sus más de 53 millones de clientes.
2. Colores
El significado de los colores se ha estudiado desde la psicología y el marketing; es un hecho que estos influyen en las emociones del observador, el cómo es lo que deberás tener en cuenta para construir tu identidad visual corporativa.
Por ejemplo, el color rojo es usado en restaurantes porque evoca el sentido de urgencia y se dice que puede estimular el apetito. Cadenas de comida rápida como Burger King y McDonald’s lo usan junto con el amarillo que se asocia a la felicidad.
Pero en algunas franquicias de McDonald’s en Europa, se incorporó el color verde en fachadas y en el diseño de interiores para demostrar ante los clientes el compromiso de la marca con el medio ambiente (todo esto acompañado de iniciativas reales para mitigar su impacto ecológico, claro está).
3. Tipografía
La tipografía es relevante para la identidad corporativa porque del formato de la letra, depende el mensaje que quieras transmitir; por ejemplo, se recomienda usar Serif si la intención es de lujo y sofisticación o Helvética si, por el contrario, quieres comunicar alegría y modernidad.
Un caso de rebranding exitoso es el de Pull&Bear: su tipografía de antes destacaba por ser muy cuadrada, ahora sus letras redondas y limpias dan un efecto moderno a la marca, además de aportar coherencia respecto al público casual y juvenil al que se dirigen.
4. Tono de voz
Ya dedicamos tres apartados a la identidad visual corporativa; sin embargo, la forma en la que la marca se comunica con los clientes va más allá de lo visual. Se hace necesario definir el tono como aquellas pautas a las que se recurrirá siempre que se interactúe con el cliente.
Este elemento también debe estar alineado a los valores de marca y obedecerá al tipo de relación que quieras establecer con el público: técnico, humorístico , neutro, entre otros. Por ejemplo, marcas como WOM y Nequi, tienen claro que buscan llamar la atención del público joven, su tono descomplicado logra el cometido:
En definitiva, todos los elementos que interactúan con clientes y colaboradores son los que definen la identidad corporativa. Este es el detonante de todas las expectativas que genera tu marca cuando se conecta con el público. La solidez de tu imagen se valida con la seriedad que demuestras al cuidar todos los detalles inherentes a tu empresa.
Cada colaborador es un embajador y en cada contacto con los clientes ocurre un momento de verdad que, apoyado en valores de tu marca, siempre será el mejor reflejo de la identidad corporativa. Aplicando correctamente estas dimensiones puedes posicionar mejor tu compañía hablando el mismo lenguaje de tus clientes.
En CmásD, somos tan grandes como tus proyectos, te ayudamos a conectar con tu público objetivo. ¿Cómo es posible? Gracias a la creación y distribución efectiva de contenidos valiosos e impactantes alineados con tu identidad corporativa. ¡Hablemos! y trabajemos de la mano para alcanzar sus objetivos.