La era tecnológica ha creado un nuevo escenario para las marcas. Anteriormente, los consumidores eran clientes que solo estaban interesados en un producto o servicio. Hoy en día, el usuario ha cambiado. Por lo tanto, la tarea de todo negocio es conquistarlos. La idea es ir más allá de una compra habitual creando una relación a largo plazo. Para cumplir estos nuevos requisitos surge el marketing relacional.
¿Qué es el marketing relacional?
Entrando al concepto de marketing relacional, nos referimos al conjunto de estrategias que se centran en la satisfacción y fidelidad del cliente. Es preocuparse por ofrecerle al usuario un valor agregado, no necesariamente de ventas. Es decir, la prioridad es el consumidor y no el producto.
El fundamento para lograrlo es establecer una relación duradera, rentable y a largo plazo. Todo basado en crear una mejor experiencia para fidelizar, construir, difundir y crear autoridad de la marca en el mercado.
Hay mayor probabilidad de compra si los clientes se encuentran satisfechos y disfrutan de experiencias memorables. Por esta razón, cada día, el marketing relacional gana relevancia para los negocios online.
¿Cómo aplicar el marketing relacional?
Aplicar el marketing relacional puede resultar sencillo si te organizas y sigues estos pasos:
1. Crea un lazo entre el consumidor y la marca con estrategias Inbound
Lo fundamental es crear ese lazo entre la marca y el consumidor a través de estrategias más conocidas como Inbound Marketing o Marketing de Contenidos.
Esto consiste en atraer usuarios con contenido de valor, interactuar con ellos usando herramientas como email marketing, bots, etc. y deleitar con campañas de email para fidelizar, actividades, eventos, etc.
2. Establece un buyer persona
Antes que todo, para emprender cualquier estrategia de marketing relacional, debes comprender cuál es el cliente ideal de tu marca.
No servirá de nada si no conoces a los clientes. Para conseguirlo, es fundamental la implementación del buyer persona y saber la información real de preferencias o necesidades de tu cliente ideal. De esta manera, habrá una mayor conexión con productos o servicios que se adapten a los intereses de tu público.
3. Segmenta a tu público objetivo
Es momento de identificar comportamientos similares para segmentarlo y crear un plan personalizado para cada uno de ellos. Aquí se adaptan los mensajes y se realizan acciones puntuales para que el cliente se sienta más partícipe. Y, finalmente, convertir la comunicación unilateral a bidireccional para permitir el feedback con los clientes.
¿Cómo lograrlo?
Muchas son las herramientas que permiten comenzar a desarrollar el marketing relacional. Entre las más destacadas están: email marketing, redes sociales, blog y correos post-venta. Con ellas, puedes crear desde contenidos de valor, promociones, descuentos, encuestas hasta servicios de atención al cliente. Además, generar programas de fidelidad o de recompensas. Un cliente satisfecho es un cliente leal que se mantiene con la marca y la elige siempre.
Sin embargo, ejecutar todas estas tareas de forma manual supondría una gran cantidad de tiempo, que se puede automatizar a través del workflow. Esto consiste en configurar un software con el que se activan acciones de forma mecánica. Por ejemplo, crear una estrategia de email marketing con una secuencia de correos que se envíen continuamente a los clientes en distintas fechas asignadas, sin que haya una persona haciendo el proceso de forma manual y a diario.
Crear una estrategia de marketing relacional es dar un paso adelante frente a la competencia. Es una forma de generar valor y resolver las necesidades de los clientes, sin acudir a las técnicas tradicionales. Se trata de apostar por una metodología que supone una relación a largo plazo, en un mercado cada vez más competitivo.
Ya no es suficiente con ofrecer directamente los productos o servicios, los consumidores exigen más. Por eso, la clave es conocerlo y lograr tener una Comunicación más Digital para estar a su lado. ¡Escríbenos! Estamos dispuestos a guiarte.